viernes, 30 de abril de 2010

Ella

Nunca nadie, me había impresionado tanto. Nunca, en mi corta vida; y lo peor, es mujer. Es ella, la que diario roba mis miradas. Estoy harta de mi obsesión, qué no puedo ni yo misma explicarla. Pues, me parece pálida y escuálida. No es que sea bella, porque no lo es. Es algo en ella, que me parece tan misterioso. Quisiera, solo por curiosidad, conocer su vida. Saber qué piensa de determinados temas, conocer donde vive, saber el porqué a sus veinte años no ha tenido relación alguna. La he observado tanto, que me he dado cuenta hasta de las cosas por las cuales ríe y por las que no. Selecciona cada uno de sus movimientos, de sus reacciones para no contradecirse. Tengo la predicción, que no es ella misma, que detrás de esa alcurnia de chica europea, se esconde una niña demasiado tierna y que le da miedo vivir de una manera más libre, sin cuidar tanto su imagen. Obviamente, también escoge muy delicadamente a sus amigos. Selecciona, las palabras que va a utilizar, la blusa que usará mañana, el peinado, etc. En fin, no sé porque es así. Será que nunca había conocido a alguien así, a alguien tan antagónico. Es fría, creo que lo único que puede hacerla enternecer es una niña distinguidamente vestida, con un gusto refinado, escribiendo un diario. O tal vez, una modelo de Channel, leyendo una revista y tomando un refinado café europeo, con una mirada triste. O tal vez, también, una niña rica, llorando frente a la torre Eiffel. O cosas por el estilo. Soy una obsesionada, tanto que he revisado su clase de amigos, y lo que me impresiona más, es que no todos cumplen con sus criterios. Pero si la mayoría. Y lo peor, es que su hermana, es totalmente diferente a ella. Físicamente, y creo también ideológicamente. No sé, como soporta vivir en una ciudad tan “naca” como Tijuana. Ni como soporta también, estar tan cerca del país al que idolatra tanto, y no vivir en Los Ángeles, o ya deperdida en San Diego. Es tan rara, que creo que nunca encontrara a un novio que llene sus expectativas, y que no le avergüence mostrarlo a la sociedad. Es artista, baila ballet. No la odio, solamente la analizo. Pero esto ya lo llevo cargando dos años, acompañándome a diario y no soporte un minuto más tenerlo dentro de mí. Lo que me parece peor, es que me agrada su presencia, me agrada observarla, me agrada analizarla, y así, poder crear mis propias historias y conclusiones, de determinado tema o situación. Tal vez, si la conociera un poco más, me daría cuenta que es diferente. Pero pensándolo bien, no creo que sea así, ya que, muy cercanas fuentes a ella, me han dicho cosas como las que yo pienso. Lo que me parece más triste, es que a pesar lo que haga para parecerse a cierta forma de vida, es demasiado insignificante. Pero, es triste ver a alguien tan encerrado en su burbuja de cristal… creo que cuando se tope con el verdadero mundo del trabajo, llorará, llorará, y llorará, por haber tenido que abrir los ojos. Y no llorará frente a la torre Eiffel, ni en oficinas de Vogue, es lo peor. Que llorará, aquí, en Tijuana. Tal vez, en la cinco y diez, o frente a las fábricas de Otay, enseguida de un carro de tacos.

Photobucket

La espera qué no tiene principio ni fin

Es tan obscuro aquí abajo, tan frío. No hay nadie, excepto yo y esta oscuridad que invade todo el lugar. No sé que tamaño tiene, ni de que colores son las paredes. Lo único que se siente es frío, y lo único que se escucha es el sonido del silencio. Tengo miedo, no lo niego, sin embargo, me gusta sentirlo, es un placer extraño pero demasiado satisfactorio. No tengo nada que hacer, bueno, más bien no sé que hacer. Prefiero esperar, esperar mi destino, esperar ese rescate, qué talvez nunca llegue. Esperar a morir, esperar a vivir. No me importa, esperar simplemente.
Photobucket

jueves, 29 de abril de 2010

Siento animales

Siento animales en mi cuerpo, pequeñas criaturas que caminan sobre mi piel. Sin embargo, no existen, miro mi brazo en el momento en que siento su caminar y no hay nada. Es desesperante, no puede parar, es como una maldición. Cada día, estoy acostada en mi lugar predilecto para descansar y pensar en tí, y esos animales invisibles caminan sobre mi. No me dejan pensarte, no me dejan disfrutar esos momentos tan extraordinarios, no me dejan hacer nada. Siempre presentes. Aveces, creo que han desaparesido, que simplemente se cansaron de joderme la vida, pero un día, ahí estan de nuevo, sólo caminando en mi cuerpo. Los odio, y lo peor, esque no sé ni encuentro la manera de acabar con ellos. Siempre tenemos una manera de acabar con algo, no sé, matándolo, haciendo algo. Pero, ha este problema no le encuentro solución. Lo peor, es que empiezo a acostumbrarme a ellos, y me empieza a gustar sentirlos encima de mi. Los comienzo a extrañar, cuando un día o dos, se olvidan de mi.
Photobucket

lunes, 26 de abril de 2010

Ese momento...

De repente, me encuentro subiendo una cuesta. Miro árboles gigantes que tienen como frutos, golosinas de todo los tipos, cojo unas cuantas, y en el camino las boy desgustanto sin ninguna preocupación. Mi caminar de repente es rápido, después, demasiado lento o viseversa, no importa llegaré. Cuando lo haga, estaré en la cima, disfrutando el aire fresco de la montaña. Será un atardecer rojizo, y tal vez sea en octubre. Sólo yo, y esa inmensidad de belleza, de goce. Estaré desnuda y mis cabellos bailarán sutilmente junto al viento. Luego, comenzarán a caer pequeñas gotas de mi techo, de nuestro techo. Casualmente estarán tibias, y tendrán sabor a chocolate. Después, cuando alcance el clímax de la felicidad, abriré mis brazos y me dejaré caer en la nada. De esta manera, mi vida acabará en el momento más preciso, pues, cumplí el propósito de mi nacimiento.
Photobucket

Hoy, ten miedo de mí...

Pues siempre te estoy observándo. Y sé todo de tí... Tampoco me preguntes la hora, porque estoy comenzando a odiarte.

MaryJeses

MaryJeses
Un poco más de mi...

Intereses

  • Arte
  • Cine
  • Danza
  • Folklor mexicano
  • Literatura
  • Música acústica
  • política

Seguidores