miércoles, 14 de septiembre de 2011

Rosario Peiro & Leonel Rangel

Ella se despierta antes que el mismo sol. 5:00 am. No importa si es lunes, miercoles, o domingo, ya ha dormido demasiado...
Minutos después, ella toma la biblia y su rosario -aludiendo a su nombre- y en susurros inicia sus oraciones que sabe de memoria. Durante esa hora de meditación, ojos cerrados, dedos cruzados, y un tanto dormida, pláticando a su manera con su Gran Dios,-como lo habia hecho toda su vida- ella se siente en armonía. Luego ella toma su café -azúcar para diabéticos-.
Prepara su desayuno antes que nadie, come y -talvéz piense en lo que hará en el día- Aunque no sé que será eso pues no tiene algo más importante que hacer que ir a misa todos los días y hacer sus múltiples rezos. Aproximadamente a las 12 del día, después de mirar el canal católico una hora y hacer su segunda oración diaria, inicia a preparar la comida - qué nunca le ha salido bien, a pesar de eso siempre lleno mi estomago con ella- come, mira de nuevo la telvisión, (el programa católico) alguna película infantil o bien, las jirafas de áfrica comiendo arbustos... Unos minutos más tarde, a esta hora exactamente 4:00 pm. Es hora de la siesta. La duración es de 1 o 1 hora y media. Para levantarse, bañarse, e irse a misa de siete. 7:30 la misa a terminado. Es hora de preparar la cena, talvéz sean papas con tortillas de harina, queso y un poco de aguacate. El estomago lleno, pijama y 8:30 a dormir. La vida es un poco rutinaria para ella desde que murío la única persona que la acompañaba y regañaba, la única persona que le hacía distinto el día. El padre de sus 11 hijos, el abuelo de sus veinti-tantos nietos...
Espero su Dios (mi Dios?) le de vida para que conozca a sus bisnietos.
Espero ser la primera en dárselo.
Espero también que no se sienta tan sola. Pues es el primer año que sus días son iguales, sin esa compañia, sin SU Leonel Rangel (vida anterior: Juan Rangel).

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Esto es muy suave

Cuando te pienso, en la noche, en el momento en que mi cuerpo esta recostado, sintiendo ese tranquilo aire que da ese -mugroso abánico en mi piel: recuerdo tus dulces caricias, las que parecían tocar algo muy delicado.

Tus besos cambiantes: cuando tomabas mi cara y nuestros labios apenas rozaban, o cuando tu misma desesperación me llevaba a sentir esas jodidas mariposas,
eso me da tú recuerdo, revivir esas málditas mariposas.

!Odio los dilemas!
No quiero elegir.

Resignación

Un día llamo, y solo dijo que estaba aquí, que deseaba verme… Pronto le dije que ese mismo día llegara a casa mientras mi voz no hallaba como responder a esa pregunta, cuando buscaba las palabras correctas para que notara mi gran amor . Una canción de -Ely Guerra sonaba fuertemente, cuando escuche su voz como en susurros a lo lejos de la melodía, pero en un tono que solo él sabe hacer para mi. Salí a la sala y lo mire parado tras la puerta, de sombrero y camisa, siempre lo noto con un estilo diferente pense-. Camine rápido y abrí, en un segundo, puse mis pies en puntitas para alcanzar a abarcarlo por los hombros, luego las sonrisas estaban en nuestros rostros; se sentó en el sillón. No sabía que hacer, ni que decirle, pensé en las preguntas que me haría y en las respuestas que no podía dar.
Platicamos de mis estudios, y de los de mi hermano y luego comenzaron esas dichosas preguntas, las evadí naturalmente y no insistió más en el tema. Se fue y al día siguiente lo mire en casa de mi tía, él me despertó como siempre de esa siesta que toma cada tarde y que yo en cualquier oportunidad también la hago. Luego me trajo a mi casa y después en la noche cuando me sentía sin nadie, con el mismo silencio más bien, las lágrimas me durmieron. Era necesario dormir para ya no pensar más, daba igual, no existía solución.

MaryJeses

MaryJeses
Un poco más de mi...

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