lunes, 8 de junio de 2009

Todos los días recuerdo esa mañana

En la mañana, en la oscuridad de mi cuarto. Me regalo diéz minutos: pensandote, recordandote. Sientiendo el sabor podrido de mi boca puedo recordar el tuyo: amargo, delicioso. Al bañarme recuerdo cuando deslizaba el jabón sobre tu pecho, espalda, sobre tu sexo. Al ver mis pecas en el espejo recuerdo tu piel fuerte, de hombre. Cuando la tocaba sentia cicatrices, feroces marcas de vida. Yo las besaba con la fuerza necesaria para abrirlas de nuevo. Con la triste esperanza de beberte: de una vez por todas saciarme de tí. Al subir al camión y ver la dulce sonrisa de la camionera, de nuevo me acuero de ti. De tu sonrisa; de la fuerza con que te aferras a la vida. Cuando siento el olor agrio a axilas de mi compañero de aciento, me acuerdo de ti. Lo unico que me hace pisar tierra y saber que eres real: eres un simple hombre. Así paso los días.... Recordandonde. Reencarnaciones mágicas de esa mañana, que marcó mi vida...

miércoles, 3 de junio de 2009

Al final no eres nada

Eres amor, también eres odio. Eres la vida; al mismo tiempo, muerte. Eres lo mejor y lo peor. Eres todo y al final eres nada.
Photobucket

martes, 2 de junio de 2009

Cositas de caramelo

¡Papá, papá! – Cómprame esos dulces que están allí.

- No hijo, arruinarán tú apetito.

- Ándale, por favor. Si no me las compras, romperé el cristal y las tomaré.

- No, hijo! Estoy harto de tus berrinches en pleno mercado!

- Papá, por favor! Me dijeron esos niños que están ahí que nunca las han probado; y quiero regalárselas. Se pierden de algo muy rico!

- Hijo, ellos sólo se aprovechan de gente honrrada como nosotros. Pero, en realidad sus padres tiene el suficiente dinero para comer lo que deseen.

- Pápito, sólo quiero jugar con ellos, please.

- No!

- Esta bién, no comprés los dulces. Entonces, ¿ puedes pintarme la cara?

- Hay, hijo. Sí tienes tú carita pintada: ellos no te tomarán el mismo interés que han prestado hasta ahora. ¿no entiendes qué sólo te hablan por tú vestir?

- ¿Por qué?

- Es algo que algún día entenderás. Hoy, no!

- Vámonos!

- Pues, no me importa!

- Sebastián, ven para acá!

- Ya papá: podemos irnos.

- Sebastián estarás castigado todo el mes!

- No me importa. Tendré nuevos amigos y me enseñarán a lanzar ocho pelotas al aire; algo que tú nunca has hecho. Aunque, sólo jueguen porqué les regalé unas cositas de caramelo.

Nadamas tú y Valentina

Te conocí cuando tenía nueve años. Tu tenías diéz. Mi hermano se llevaba bien con el tuyo; y tus padres con los mios. Eras como mi hermana mayor. Te admiraba. Deseaba ser algún día como tú. Tener tú tan femenino cuerpo; de mulata temperamental. Poseer tu deliciosa piel canela. Qué siempre reflejó tu único e inigualable déstino: ser madre. Poseer tu gran carisma, el cuál atraía hasta al más codiciado. Siempre tan antagónica. Tan misteriosa. En fin, ser como tú. Tal como lo desea una hermana menor. Conocí a tus amistades de la infancia y de la juventud. Tú conociste a las mias. Hermanas de verdad. Nuestra casa era grande; abarcaba cuatro. Corriamos por los pasillos como lo hacen dos niñas ilusionadas por la vida, por los amores. Apasionadas por los hombres. Tiempo después, cuando entrabamos a una etapa de hechos y no ilusiones el déstino nos jugó una treta. Nos separamos, por azares del déstino. Por peleas de adultos. Por tonterias... Recuerdo que, nos contabamos hasta lo más intímo. Nuestras almas en verdad se conocian. Fuiste mi confidente durante muchos años. Conociste a mi primer amor. Conoces gran parte de mi vida. Pero, me duele demasiado, que no conoscas la última. Nunca deje de saber de tí; así como tú tampoco. Nunca deje de preguntar como iba tu vida y me preocupaba tanto el saber que no podía estar contigo en esa etapa tan dificil. A pesar de todo lo sucedido sigo considerandote: mi hermana mayor. Ahora con muchas diferencias, pero no dejo de ADMIRARTE. Tengo la conviccion que serás una verdadera madre. Cuando nacio tú hijita, tenía tantas ancias de conocerla. Demasiadas, tanto como su abuela. Sin embargo, nunca me animé a volver a hablarte después de cinco años de distanciamiento. Muchas veces soñé con ese momento. Sucedió una mañana cualquiera. Es maravilloso conocer a esa pequeña angelita. Esa bebita: Valentina. Qué hermosa de verdad! Hoy puedo decir, es mi sobrina. Tiene tú sonrisa; de mestiza radiante. Veo tu vida afortunada de verdad. Para mi eres una triunfadora. Porqué, sé que tú lo desidiste; y era lo que más deseabas en la vida. Así como en cierto tiempo yo quise tanto ser madre. Sólo que no tuve el valor para hacerlo. Pero, mi déstino es diferente al tuyo. Yo con mis ambisiones de mujer de mundo. Tú con la más grande ambición de los tiempos la más difícil de todas: ser madre. Después de cinco años de no verte diario. Me doy cuenta que ser madre te hace más hermosa de lo que eras antes. Tus caderas se agrandaron. En ellas se refleja tu espiritu tan fértil. Tus pechos: montañas que emanan leche de vida. Sigo admirandote. De hecho, te admiro más que ayer. Presiento que te dio mucho gusto verme y cruzar palabras conmigo. Cuando nos distanciamos me dolió en el alma. Dolio más que cualquier mal de amores que haya tenido. Varias veces soñé con el momento en que otra véz hablaramos. Por fin llego ese momento. Sabía que algún día llegaría. Pero, tenía miedo pensar que sería tarde. Hoy me doy cuenta que fuí una tonta al no hablarte. Me perdí de algo tan hermoso. El nacimiento de Valentina. Tan única. Tan especial en mi vida. Sinceramente; mi sobrina. Tú hija nació el mismo día que mi hermano. Nunca olvidaré a la presiosa valentina, y más el día de su nacimiento. La considero tan hermosa... mi sobrina. Mi primera sobrina. Es bella de verdad. Con su piel canela, sus ojos redondos tan tuyos.... ¿Algún día sabrá nuestra historia? No lo sé... No quiero! Al conocerla se dará cuenta que no soy tu hermana de sangre; tal véz me rechazará. Por favor, nunca la cuentes. La he mirado cinco minutos y la siento tan mia. Casi como mi hija. La hija qué nunca tendré. Acaso me prestaste tú vientre? Esque, la siento mia de verdad... Ojalá y nuestras vidas se unan de nuevo. Me haces tanta falta amiga, hermana. Por favor, déjame entrar otra véz a tú vida. Este vacio que desde aquél día dejaste, nada lo puede llenar. Nadie, más qué tú y Valentina.

MaryJeses

MaryJeses
Un poco más de mi...

Intereses

  • Arte
  • Cine
  • Danza
  • Folklor mexicano
  • Literatura
  • Música acústica
  • política

Seguidores