jueves, 28 de enero de 2010

La carta de amor, más sincera del mundo

Mi amiga y yo sólo estábamos divirtiéndonos con los amigos de la escuela. A propósito, en mi corta experiencia de vida me he dado cuenta que los días más importantes de mi vida han sido inesperados, no-planeados. De hecho, cuando no he soñado despierta con alguna situación que desee. Bueno, retomando. Ese día nos arreglamos exageradamente, ya que iríamos a ese lugar en donde la mujer tiene que ser un poco exagerada al vestir. Para poder ser ¨perra¨. Bueno, les dimos la razón y nos vestimos tanto que me confundiste con un travesti. Eso para mi fue un insulto que nunca superaré. Lo bueno es que tu amig@, ¨Barbie¨ te dijo que era mujer. Pero no importa porque ese día te conocí. Yo y mi amiga, fuimos al tocador. Decía: mujeres. Aunque adentro no se distinguían los sexos ni preferencias.
Cuando regresamos, en el camino a la mesa te miré. Eras tan normal ante todos. Me preguntaste si era lesbiana. Y yo te dije que no. Pensé: pobre morrillo caliente, y me fui a mi lugar. Después, estábamos arriba de la pista, donde todos pudieran observar nuestros más exóticos y espontáneos movimientos. En ese momento, no me acordaba de tí. Cuando me tocaste la pierna. Voltee y te mire como a cualquier tipo en busca de sexo que me encuentro diario. Me dijiste que si bailábamos, y yo dije que subieras a la tabla, obviamente no quisiste y desde ese momento supe que haces lo que quieres. Que eres un niño fresa, hijo de papi, que solamente se dedica a tirar rostro y dársela de riquillo. Bailé contigo sólo porque no tenía con quien más bailar. De hecho, me pareciste tan asqueroso, con ese arete y ese estilo acholado fresa. Después, me di cuenta que tienes un estilo muy ingenioso. Ya me traumé por completo. Eso hace el ¨amor¨. Bueno, ese día fue como muchos, en los que conozco entúpidos que olvido al mismo tiempo en que se quitan de mi vista (obviamente no). Sin embargo, te di mi número y me llamaste al día siguiente. Cuando salimos, y comenzamos a jugar al: bochito color. Fue cuando me miré esa luz en ti, esa que pocas personas poseen. (Aparte que ya había mirado tu carro de niño de media-alta, universitario) Me dio mucha risa cuando estábamos sentados en la inauguración de ese lugar. Porque corrías cuando se tenía que pagar alguna cuenta, poniendo de entúpido pretexto, tú radio. No tomaste en cuenta que soy una grabadora. Lo bueno fue que estaba tú amigo el cual pagaba. Bien, ese día, cuando bailábamos me di cuenta que deseaba alguien como tú a mi lado, para toda la vida. No encuentro la palabra para describir esas emociones, que cruzaban en cada risa, en cada mirada. Por cierto, que sólo yo, podía sentirlas. Bueno, tal vez tu también pero sólo momentáneas. Para mi desgracia eres hombre, y los hombres olvidan. Esa noche, cuando me besaste, cuando, tenía tu cara a cinco cm. de la mía. Sentí el poder. El poder, de ese maldito sentimiento que hace infelices a las personas. Fue tan grande que cometí una estupidez. Te dije que era virgen. Olvidando que la virginidad es para mí algo que no sirve de nada. Entonces, me fregué. No pude tener ese acto contigo por no quedar mal. Por la triste idea de que tal vez algún día me casaría contigo; e ilusiones de mujeres. Siempre soñando antes de conocer a alguien. Pero, después fui tu novia tres semanas (dijera mi mamá: la babosada). Me tratabas tan bien. Cenábamos como lo hacen los novios. Dentro del carro. Después, nos besábamos tanto. Desde ese día soy tan infeliz. Bueno, no. Soy infeliz desde que me olvidaste. Fue hace poco. Porque, me llamabas. Bueno, soy infeliz desde que te quitaron tu radio y no me llamas para decirme tonterías y hacerme reír como lo hace una menopáusica con su nuevo amor, después del divorcio. De esa manera, me reía, como una tonta. Amándote, en la distancia. Espera, ¿Amándote? No, no puede ser esto, ni siquiera sé que es ese concepto. Bueno, nadie nunca termina de comprenderlo, entonces podría ser. Después, cuando ya no tenías tu nxtl. Ahora sí, llegó mi perdición. Hay no, estoy siendo muy drástica. Pero es el chiste de escribir esto. Bien, al momento de entrar en el msn, verte y que no me saludaras, eso si dolió. Le tomé ala ligera y te mande un poema de Benedetti, entúpidamente creí que funcionaría. Pero, que pasó, mandaste sólo una carita feliz. ¿Eso merezco? ¿No merecía de pérdida unas gracias? O ¿qué linda? Ya en su defecto, me fuera sido de más ayuda, un: no mames. Pero, no. Te valió y ahora si digo, me olvidaste, por completo. Con la distancia se olvida a la gente. Entonces, me iré a vivir a Tepic. ¿Te la creíste? O sea, tienes el ego más grande que he conocido. Te amas a ti mismo y no te importa que en Haití se murieron miles de niños, o que en Tijuana cada día hay mas delincuencia (que no veo, y que solamente me han robado siete celulares) y que puedan matarme, degollarme ¿Qué sé yo? Sólo te importas tú y nada más que tú. Bueno, y a todo esto. ¿Por qué te reclamo? Si me ha pasado lo mismo que a ti muchas veces. Comprendo perfectamente, que cuando no se quiere a una persona, ni a madrazos. Bueno, solamente quiero desquitarme diciéndote que eres un idiota que no merece a alguien como yo (¿la de siempre no?). Sin embargo, también eres mucho de lo que desearía tener a lo largo de mi vida, y ojalá algún día encuentre a una persona parecida a ti, en algún lugar de la tierra. Bueno, mejor en Tijuana.


Photobucket

Si miraran a alguien con cualquier parecido, diganme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

MaryJeses

MaryJeses
Un poco más de mi...

Intereses

  • Arte
  • Cine
  • Danza
  • Folklor mexicano
  • Literatura
  • Música acústica
  • política

Seguidores