viernes, 5 de febrero de 2010

El hombre perfecto

Nunca sabemos quién nos está checando a cada minuto. Es algo raro, pero todas las personas estamos al acecho de alguien; por algún tipo de objetivo que tenga en mente. No es sentirme importante ni mucho menos. Si embargo, si los niños están siempre checaditos, imagínense las personas que están socialmente activos. Un claro ejemplo, son claro, las estrellas. Ya sean de cine, TV, cantantes, etc. Pero, falta que le pongas una poquita de atención a la gente con la que interactuamos a diario, para darnos cuenta que nada más están observándonos, y que, talvez, si les hiciéramos un cuestionario acerca de nuestras actividades y horarios, nos los contestarían perfectamente. Es algo que se queda grabado inconscientemente en la mente de la gente. Algo humano. Eso me aterra, y me acabo de dar cuenta, porque yo tengo observadas varias personas de mi incumbencia. Es algo curioso, pero interesante, sin embargo, da miedo. Tampoco crean que soy una maniaca que solamente piensa en ver que hacen los demás, pero pensándolo bien, los “criminales” de la sociedad, eso mismo hacen, con sus posibles victimas. Así que todos tenemos esa capacidad “acechante”. Cuando deseamos estar con alguna persona que va en nuestra escuela, también suele suceder este tipo de comportamiento psicópata. Observamos cada movimiento de él o ella. Con quien va a comer, a quien le habla,
Hora de salida, etc. Y más aun, si poseemos su espacio en Internet. Bien, al cabo de un tiempo de ir haciendo esto, llegamos a poseer mucha información secuéstrante. Fotos, amigos, cel, dirección, etc. Todo se presenta en el camino, por añadidura a nuestra obsesión. Y no me importa decir que es placentero. Sin embargo, ahora me encuentro en una situación muy diferente de las anteriores: DINERO. Huí, esto es más obsesionante que cualquier deseo sexual. Bueno, te posee más rápidamente. Muchas veces sientes desesperación, yo misma me río de ello. Esta situación es un poco incomoda. Necesito dinero y no puedo trabajar. Me queda una sola opción, tomarle prestado a mi mama. Yo sé que no es malo, que no le afectara. Lo principal, es para una buena causa: mi educación. Bueno, quiero ser sincera al menos aquí, también, es para unas buenas parrandas y un verano excepcional. Entonces, la observo inconscientemente: a donde va llegando del trabajo, que hace después, cuando se aleja de mi presencia, escucho con gran atención sus movimientos imaginándome en que parte de la casa se encuentra, entre otras cosas por el estilo. Es algo raro, pero me gusta. Porque, al final, tengo recompensas. No las que me gustarían, pero las hay. Así que sirve hacerlo. Muchas veces pienso en el mal y el bien que le hago al “tomarle prestado” y llego ala conclusión que es dinero prestado al final de cuentas. Ya que, cuando mi mamá este anciana y yo tenga trabajo, la mantendré y le regresaré todo lo que le tome prestado. Bueno no importa, ella creo que lo entenderá; y algún día, le contaré lo que hacia y ella se reirá junto a mí. Esa ni yo me la creo, pero bueno, espero que sea así, y si veo que no, pues simplemente no se lo cuento y le compro un departamento, el carro que siempre ha deseado y un guardarropa fabuloso. También, talvez me alcance para llevarla unas cuantas veces a cenar muy “nice”. Haaa,algo importante, le encontraré un novio por Internet: un hombre perfecto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

MaryJeses

MaryJeses
Un poco más de mi...

Intereses

  • Arte
  • Cine
  • Danza
  • Folklor mexicano
  • Literatura
  • Música acústica
  • política

Seguidores